Hacer un contrato, es una forma de comprometerse a establecer una meta, ya sea de lugar o de cantidad de cigarros a fumar. Para ello los niños, a quienes no les gusta ver a sus padres con el cigarro en la mano, son muy buenos vigilantes.

Aquí va un Ejemplo. El castigo o pago no debe ser tan bajo como para promover los deslices ni tan alto que genere problemas de pago. Ambos deben firmarlo.